Las salinas de Añana

El Valle Salado, en Añana, es una de las industrias más antiguas del mundo. En él se lleva produciendo sal de forma continuada desde hace 7.000 años, en un proceso que prácticamente no ha variado desde los romanos.

Pese a las numerosas revueltas y el deterioro que ha sufrido en las últimas décadas, el valle ha sabido salir adelante reconstruyendo su paisaje milenario y poniendo en valor la producción artesanal de sales de calidad.

A día de hoy ya se han recuperado dos tercios del total de eras productivas y el proyecto ha sido galardonado con el premio Europa Nostra, el mayor reconocimiento de conservación de patrimonio a nivel europeo, además de ser declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de Conjunto Monumental.

Desde Akelarre proponemos una visita a sus 120.000 m2 de salinas, para conocer el origen natural de este fenómeno único en el mundo, así como las técnicas desarrolladas por los salineros que, aprovechando los elementos naturales, consiguen una explotación industrial sostenible. Y es que todos los materiales utilizados en las salinas de Añana son naturales, tanto la producción de sal como la construcción de sus estructuras.

En Akelarre obsequiamos a nuestros huéspedes con una muestra de escamas de sal procedente de las salinas de Añana, pero la flor de sal es solo uno de los productos que se consiguen en el valle, pudiendo encontrar en su tienda sal mineral, líquida y en chuzo. Todos ellos identificados con el distintivo Eusko Label, que garantiza la alta calidad de los productos.

Además de visitar su tienda, en las salinas tienen lugar varios tipos de actividades, desde aprender a producir sal a realizar una cata o incluso acceder a su pequeño SPA al aire libre donde se pueden introducir piernas y brazos para disfrutar de los beneficios relajantes de un agua, hasta siete veces más salada que la del mar.

Si desea recibir más información sobre este tesoro natural, no dude en contactar con nuestro equipo de Recepción.

Fotos: © Añana Turismo y Guía Repsol