Rutas que conectan con la esencia del País Vasco

San Sebastián es el punto de partida para descubrir algunos de los paisajes más sorprendentes del País Vasco. A pocos minutos de la ciudad, senderos y rutas se adentran en acantilados, bosques y montañas, ofreciendo vistas espectaculares y la oportunidad de explorar la naturaleza de una forma diferente. 

Para quienes buscan un escenario único, San Juan de Gaztelugatxe es una visita imprescindible. Este impresionante islote, coronado por una ermita del siglo X, se conecta a tierra firme a través de un estrecho puente de piedra. La subida de 241 escalones exige esfuerzo, pero la recompensa está en las vistas: el Cantábrico golpeando los acantilados y un horizonte que se extiende sin límites.

Entre las montañas y bosques el Parque Natural de Pagoeta ofrece senderos que atraviesan hayedos, praderas y antiguos caseríos vascos. Es el lugar ideal para desconectar del ritmo urbano y sumergirse en un entorno de tranquilidad absoluta, con la posibilidad de avistar caballos en libertad y explorar molinos del siglo XVIII. 

Para los amantes del ciclismo, el Monte Ulía es un secreto bien guardado. Su ruta bordea acantilados y miradores naturales con vistas a la bahía de La Concha y el mar abierto. Un recorrido que combina el desafío de las pendientes con la belleza serena del paisaje costero, creando una experiencia inolvidable para quienes disfrutan del aire libre y la aventura. 

Tras un día recorriendo la naturaleza vasca, regrese a Akelarre, donde el mar y la calma le esperan para completar la experiencia.